Viernes 2 de julio
Hicimos lo mismo que el día anterior: playa por la tarde, temprano. Pero con Nati tuvimos que volver a una costumbre de nuestras vacaciones en las playas de Argentina: caminar en la arena.
Acá era un poco difícil porque la arena no era tan suave, había muchas piedras y además, poca playa. Sin embargo, no nos rendimos y salimos a caminar hacia el muelle. Y de golpe, yo le dije a Nati: "No mires, pero hay un tipo desnudo". Para qué le habré dicho eso, lo primero que hizo fue mirar. Fue el primero que vimos, pero no fue el único. Sin habernos dado cuenta, habíamos llegado a una playa nudista. A primer golpe de vista, parecía una playa nudista sólo para hombres, tal vez gays, pero pronto vimos una señora que también estaba desnuda y nos dimos cuenta de que era para todos. También
vimos gente con sus trajes de baño habituales, o mujeres que sólo hacían topless, y con Nati dijimos que era un buen lugar para ir al día siguiente. Le contamos a mamá y ella coincidió, así que para el día siguiente teníamos un programa más interesante. No es que no hubieran cosas interesantes para hacer en Barcelona, pero estábamos disfrutando, después de mucho tiempo, de la playa, y qué mejor que darnos los gustos pendientes de hacer topless y nudismo.
A la noche, volvimos a la playa para ver salir la luna llena, pero estuvo nublado y no nos dio el gusto. Mami dijo que era porque la Luna es como una mujer, a veces caprichosa, pero yo creo que era porque la tapaban las nubes...
Acá era un poco difícil porque la arena no era tan suave, había muchas piedras y además, poca playa. Sin embargo, no nos rendimos y salimos a caminar hacia el muelle. Y de golpe, yo le dije a Nati: "No mires, pero hay un tipo desnudo". Para qué le habré dicho eso, lo primero que hizo fue mirar. Fue el primero que vimos, pero no fue el único. Sin habernos dado cuenta, habíamos llegado a una playa nudista. A primer golpe de vista, parecía una playa nudista sólo para hombres, tal vez gays, pero pronto vimos una señora que también estaba desnuda y nos dimos cuenta de que era para todos. También
vimos gente con sus trajes de baño habituales, o mujeres que sólo hacían topless, y con Nati dijimos que era un buen lugar para ir al día siguiente. Le contamos a mamá y ella coincidió, así que para el día siguiente teníamos un programa más interesante. No es que no hubieran cosas interesantes para hacer en Barcelona, pero estábamos disfrutando, después de mucho tiempo, de la playa, y qué mejor que darnos los gustos pendientes de hacer topless y nudismo.
A la noche, volvimos a la playa para ver salir la luna llena, pero estuvo nublado y no nos dio el gusto. Mami dijo que era porque la Luna es como una mujer, a veces caprichosa, pero yo creo que era porque la tapaban las nubes...
0 comentarios