Martes 29 de junio
A la mañana, ni bien me desperté, y como mami todavía dormía, fui a la estación América a cambiar los pasajes a Barcelona, que había comprado el día anterior. Había elegido un horario muy temprano, y resulta que no podíamos llegar en metro. Pude cambiarlos sin problemas, por suerte. Le dejé una notita a mami, por si se despertaba... pero no hubo problema... hasta las 13:30 (y porque yo entré a su habitación) no se despertó. Cuando se despertó, ya recuperada del viaje, almorzamos, y después yo salí a hacer compras. Salimos más tarde que el día anterior, y fuimos al Museo del Prado, a ver la Cibeles, la Puerta de Alcalá y a la Plaza Colón, donde nos encontramos con Javi, que no andaba de muy buen talante. Volvimos más temprano, cenamos y nos organizamos para viajar a la otra mañana.
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