Año Nuevo (o Nochevieja)
Para mí es Año Nuevo, pero acá es "Nochevieja", lo cual no me parece mal, ya que para mí se juntan las dos cosas: despedir el año "viejo" y recibir el nuevo, con todo lo que eso implica: una valoración del año pasado y deseos de que el año nuevo sea siempre mejor que el anterior, en todos los aspectos de la vida. Ese es mi deseo, siempre renovado, en la noche de Año Nuevo.
Al igual que la Navidad, este festejo de Año Nuevo va a ser diferente de los anteriores. Y también, diferente del de Navidad. Porque en lugar de juntarnos a cenar en algún lado, vamos a ir a la Puerta del Sol, a comer las 12 uvas (con piel y semillas, no como la gente de acá que compra uvas enlatadas sin piel ni semillas). Según veía hoy en el 20 minutos, la tradición de las uvas comenzó en 1909, cuando una muy buena cosecha incitó a los productores a regalar lo que les sobró. Lo que me causó mucha gracia es lo que dice el 20 minutos sobre los ritos de la buena suerte: "Pida un deseo por cada uva que se tome, cómaselas con el pie derecho delante, póngase dinero dentro de los zapatos y, cuando brinde, introduzca un anillo de oro en la copa, no se lo trague, es para que le traiga prosperidad económica. Tras los besos y abrazos tire un vaso de agua a la calle, le ayudará a alejar las penas y las lágrimas, escriba en un papel las cosas malas de 2004 y quémelo. Encienda velas, las azules le traerán paz, amarillas (abundancia), verdes (salud) y blancas (claridad). Y no se olvide de pedirle a alguien que le regale lencería rojo pasión. Encontrará a su príncipe o princesa." ¿Qué tal? Me pareció de lo más interesante y novedoso.
Nosotros pediremos los 12 deseos y trataremos de ajustarnos a la tradición, dentro de las posibilidades.
Mañana sigue la fiesta, porque hoy en Sol va a ser imposible brindar y cenar. Al mediodía, irán Pato y Fer a casa, a almorzar humita al plato; y a la tarde, van a ir Cristina y Javier (un compañero de Javi y su novia) a merendar con dulce de leche.
Sea cual sea el ritual que sigan, el motivo por el que lo hacen, y la gente con que estén, Feliz Año para todos.
Al igual que la Navidad, este festejo de Año Nuevo va a ser diferente de los anteriores. Y también, diferente del de Navidad. Porque en lugar de juntarnos a cenar en algún lado, vamos a ir a la Puerta del Sol, a comer las 12 uvas (con piel y semillas, no como la gente de acá que compra uvas enlatadas sin piel ni semillas). Según veía hoy en el 20 minutos, la tradición de las uvas comenzó en 1909, cuando una muy buena cosecha incitó a los productores a regalar lo que les sobró. Lo que me causó mucha gracia es lo que dice el 20 minutos sobre los ritos de la buena suerte: "Pida un deseo por cada uva que se tome, cómaselas con el pie derecho delante, póngase dinero dentro de los zapatos y, cuando brinde, introduzca un anillo de oro en la copa, no se lo trague, es para que le traiga prosperidad económica. Tras los besos y abrazos tire un vaso de agua a la calle, le ayudará a alejar las penas y las lágrimas, escriba en un papel las cosas malas de 2004 y quémelo. Encienda velas, las azules le traerán paz, amarillas (abundancia), verdes (salud) y blancas (claridad). Y no se olvide de pedirle a alguien que le regale lencería rojo pasión. Encontrará a su príncipe o princesa." ¿Qué tal? Me pareció de lo más interesante y novedoso.
Nosotros pediremos los 12 deseos y trataremos de ajustarnos a la tradición, dentro de las posibilidades.
Mañana sigue la fiesta, porque hoy en Sol va a ser imposible brindar y cenar. Al mediodía, irán Pato y Fer a casa, a almorzar humita al plato; y a la tarde, van a ir Cristina y Javier (un compañero de Javi y su novia) a merendar con dulce de leche.
Sea cual sea el ritual que sigan, el motivo por el que lo hacen, y la gente con que estén, Feliz Año para todos.
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