Estoy leyendo Ulises, de Joyce. Estoy enganchada, pero no termino nunca, y sólo tengo un mes para tenerlo en casa.
Estoy nadando todos los días, es verano y voy siempre a la pile. Ya no nado tanto como el año pasado, me pregunto a veces por qué, pero lo más importante es que me siento bien y eso es suficiente.
Pero lo que me tiene realmente apabullada es el desorden en el que vivo. Más allá del desorden que pueda tener de pronto en mi interior (los pequeños conflictos internos de cada día), tengo cada día más y más revistas y papeles y papelitos y todos desordenados, pero todos en casa por las dudas, porque "si algún día tengo ganas de leer, podría ver esta nota que está muy bien". Ni yo me creo esas bobadas. Cuando quiero leer tonterías, me saco de la biblio algún best seller, y cuando tengo ganas de leer cosas buenas, algo bueno, como Ulises ahora. Nunca recurro a las revistas de casa, que tengo desde hace dos años. ¿Y dónde está la punta del ovillo? ¿Resolveré mis problemas de desorden interior cuando consiga odenar mis papeles, por ejemplo? ¿O debo primero resolver mis problemas más existenciales para decidir luego tirar todo a la basura? ¿O es que no tengo ganas de ordenar nada de nada? ¿O se trata de enfrentarse a un conflicto y resolverlo positivamente, ya sea antes o después de ordenar una u otra cosa? Qué dilema...
4 comentarios
Natalia -
Yo -
María -
Sabias que hago tiatro con your father?
bustelo -