La risa
En un tiempo, la risa fue una constante en mi vida. Me tentaba y andaba a las carcajadas con las cosas más simples de la vida. No necesitaba una película cómica, un chiste, nada. La risa me acompañaba a todas partes y me invadía. Ahora, los programas cómicos en la tele apenas me provocan una sonrisa, y pocas veces me río a carcajadas. Me quedé pensando en todo esto cuando el otro día La Flaca nos preguntó a Mari y a mí de qué nos reíamos y dije "nada", sigo diciendo "nada", y lo siento mucho. Me pregunto con qué podré dar marcha atrás y volver a mis risas que me dejaban con la cara colorada y exhausta.
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