Blogia
Próximo destino: Madrid

Tribulaciones y novedades

Ha pasado mucho tiempo sin que escriba nada por acá y siento que falta algo. Sin embargo, hoy comencé a leer un libro de Mark Twain (“Inocentes en el extranjero”), y me sentí muy identificada con algo que él decía: que mantener el hábito de escribir un diario por –digamos- un año, es una tarea difícil, y que uno en seguida se cansa de la exigencia de escribir todos los días algo que resulte interesante. A veces me pasa eso y otras, me veo superada por las experiencias y prefiero no sentarme a reflexionar, dejar eso para otro momento. No es que no piense siempre en las cosas que me pasan, pero es que a veces, escribir supone para mí más esfuerzo que sólo pensar, y sólo pienso. Y esos pensamientos quedan en mí para cuando me dispongo a escribir. Lo interesante sería comparar si es mejor lo que escribo mientras lo siento con lo que escribo “en frío”, pero no es posible. O sí, no sé. Es un tema opinable.
Bueno, lo cierto es que tuvimos las primeras visitas y fue hermoso recibirlas. Fueron mi hermana Nati y mi papá. Hacía más de un año y medio que no nos juntábamos los cuatro (ellos, Javier y yo) y la reunión coincidió con el cumple de papá, de modo que fue especial por partida doble. Paseamos, fuimos al cine, charlamos, y disfrutamos de estar juntos.
Ahora estoy trabajando por unos pocos días, pero siempre viene bien para sentirme activa. Ya veremos qué surge después.

0 comentarios