Tribulaciones y novedades
Ha pasado mucho tiempo sin que escriba nada por acá y siento que falta algo. Sin embargo, hoy comencé a leer un libro de Mark Twain (Inocentes en el extranjero), y me sentí muy identificada con algo que él decía: que mantener el hábito de escribir un diario por digamos- un año, es una tarea difícil, y que uno en seguida se cansa de la exigencia de escribir todos los días algo que resulte interesante. A veces me pasa eso y otras, me veo superada por las experiencias y prefiero no sentarme a reflexionar, dejar eso para otro momento. No es que no piense siempre en las cosas que me pasan, pero es que a veces, escribir supone para mí más esfuerzo que sólo pensar, y sólo pienso. Y esos pensamientos quedan en mí para cuando me dispongo a escribir. Lo interesante sería comparar si es mejor lo que escribo mientras lo siento con lo que escribo en frío, pero no es posible. O sí, no sé. Es un tema opinable.
Bueno, lo cierto es que tuvimos las primeras visitas y fue hermoso recibirlas. Fueron mi hermana Nati y mi papá. Hacía más de un año y medio que no nos juntábamos los cuatro (ellos, Javier y yo) y la reunión coincidió con el cumple de papá, de modo que fue especial por partida doble. Paseamos, fuimos al cine, charlamos, y disfrutamos de estar juntos.
Ahora estoy trabajando por unos pocos días, pero siempre viene bien para sentirme activa. Ya veremos qué surge después.
Bueno, lo cierto es que tuvimos las primeras visitas y fue hermoso recibirlas. Fueron mi hermana Nati y mi papá. Hacía más de un año y medio que no nos juntábamos los cuatro (ellos, Javier y yo) y la reunión coincidió con el cumple de papá, de modo que fue especial por partida doble. Paseamos, fuimos al cine, charlamos, y disfrutamos de estar juntos.
Ahora estoy trabajando por unos pocos días, pero siempre viene bien para sentirme activa. Ya veremos qué surge después.
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