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Próximo destino: Madrid

Miércoles 18 de agosto

Hemos pasado un fin de semana hermoso y hoy fue un día muy especial. El fin de semana empezó el viernes a la noche, cuando nos fuimos a la Plaza de Vistillas a verlo (y sobre todo escucharlo) a Jorge Drexler, al aire libre y gratis. La verdad es que estuvo muy bueno, pero yo quería que cantara esa que dice “Me haces bien” y no la cantó. Ufa. Pero debo decir que muchas otras canciones me encantaron. Además... a caballo regalado, no se le miran los dientes, ¿cierto? Tuvimos que caminar bastante para llegar desde la estación de metro “Latina” hasta el lugar donde cantó Drexler, y hay que ver la vida que tienen esas callejuelas de noche. Cada veinte metros hay un bar sobre la calle, como si fuera un puesto de choripán, que vende bebidas y tiene un estilo de música a todo volumen. Y así, uno camina un poco y tiene una opción, camina otro poco y tiene algo bien diferente. Muy lindo, pero cuando uno madrugó y sale cansado, no hay pilas para tanto.
Al otro día nos levantamos tarde (a eso de las 11), fuimos a hacer las compras, Javi se fue a jugar al fútbol con Ariel y Edgardo y yo me fui a lo de Mónica y Federico. Ellos son dos olavarrienses que vinieron para acá hace ya dos años, y tienen una nena hermosa de casi un año que se llama Victoria. Tomamos unos mates, me puse un poco al día con Moni y Federico y después llegó Javi, justo cuando nos estábamos preguntando si iría. Entre charla y charla se nos hizo bastante tarde otra vez, y al día siguiente volvimos a levantarnos cerca del mediodía.
El domingo fuimos al Parque del Retiro, que yo no conocía, a tomar unos mates y a charlar. Salimos Javi y yo solos, y la verdad es que lo pasamos muy bien. El parque es muy lindo, y en medio de la ciudad, es un oasis. Tiene un lago, mucho verde, un museo, un palacio de cristal, varias canillas con agua potable y –algo que vi por primera vez ahí- baños públicos. Es que en general, acá en Madrid, si uno está en la calle y tiene que ir al baño, tiene que hacer como en Buenos Aires: pedir en algún bar. Ni siquiera en las estaciones de metro hay baños públicos. Y en el Parque del Retiro, hay varios y en muy buenas condiciones de limpieza. Cuando salimos del parque tomamos la calle de Alcalá rumbo a la Puerta, y mirándola, llamamos a nuestras casas. De ahí seguimos caminando hasta Sol, y después volvimos. Un hermoso día.
El lunes fuimos a la estación de metro Lago. Ahí nos bajamos y precisamente, nos fuimos al lago. Caminamos por toda la orilla del lago y después encontramos un lindo lugar donde tomar mates. Era una pequeña colina, desde la cual se veía todo: el Palacio, el Parque del Moro, la Catedral de la Almudena, la estación Príncipe Pío, y muchas cosas más, que no sé qué eran pero que era muy lindo verlas.
Y el martes sucedió algo inesperado. Yo estaba esperando que me llamaran de la ETT para decirme a qué hora tenía una entrevista en una empresa automotriz. De golpe me llamaron para decirme que querían obviar el paso de la entrevista y que comenzara a trabajar ese mismo día, previa firma del contrato que comenzaba a correr desde las ocho de la mañana de ese día (y eran ya las nueve y media). Contenta, y muy sorprendida, me arreglé un poco y me fui a la ETT. Ahí firmé el contrato (con el que estoy muy de acuerdo) y fui a la empresa, y ni bien entré mi compañera me explicó lo básico y comencé a trabajar. Mis tareas son atender el teléfono, organizar la correspondencia y ver el correo electrónico. Todo muy simple, pero puede ser en inglés o en castellano. Y el sueldo, realmente es muy bueno.

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